domingo, 25 de octubre de 2009

Libro: "La amargura del triunfo".

Recientemente se ha publicado “La amargura del triunfo” (Ed. Berenice, nº 28), novela inédita hasta hoy de Ignacio Sánchez Mejías. El encargado de dar forma al texto original del matador sevillano no podía ser otro que Andrés Amorós, ensayista y devoto declarado de la figura del torero sevillano.

Amorós prepara la lectura de las poco más de 70 páginas con una introducción sin desperdicio, en la que se halla la cronología y vida del torero, la redacción y la posterior presentación de la novela en el Ateneo de Valladolid en el año 1.925, tras una triunfal tarde de toros.

El hallazgo y posterior trascripción del manuscrito revela que fue escrito en los pocos ratos libres que tenía Sánchez Mejías. Se trata de una novela de ambiente taurino que “no busca la emoción de la profesión, pues sobre el papel el entusiasmo del ruedo queda lejos y silencioso...” (Federico Santander). Es el relato de un torero venido a más que se enfrenta a la crítica taurina del momento y a su pensamiento, ocupado por una mujer. A su lado siempre se encuentra su mozo de espadas que es, a la vez, Sancho de un Quijote arrollador. Pero también será la voz tenaz de la conciencia colectiva taurina, tan pendiente de que el torero, su "mataó" como dice con típico acento andaluz, esté centrado, sin coqueteos sentimentales.

Sánchez Mejías según Luis López (tinta sobre papel).

Narración interesante en la que, de manera casi autobiográfica, Sánchez Mejías evidencia que pocas cosas han cambiado en la Fiesta en algo menos de 100 años.

* Calendario de presentaciones del libro: Madrid, 28 de octubre a las 19:30 en la Fundación Wellington, c/ Velázquez, 8. Sevilla, 20 de noviembre a las 19:30 en el salón de Carteles de la Real Maestranza.

lunes, 19 de octubre de 2009

¡Que no se escape "El Gato..."!.

..."El Gato Montés" se entiende, pues la banda de música del maestro Gallego nos tiene acostumbrados a los aficionados de Las Ventas abandonar la plaza con nostalgia y aires toreros en la última de la temporada. Y es que con los sones del pasodoble del maestro Penella (1.916), cuesta no echarse la mano izquierda a la cintura, espigar la figura y, con el programa de mano en la derecha, hacer un simulado paseíllo por las galerías de la plaza a la par que se sale. Y es que "si no fuera por esos ratitos...".

Porque por lo visto en el ruedo ayer, tomar la calle Alcalá arriba tras el arrastre del primero hubiera evitado presenciar la limpia de corrales de novillos sin fuerza, inválidos y descastados. Vamos, que lo del encaste "juan pedro" como reclamo, pura genealogía por desgracia. A ello hay que unir una terna (Benítez - Chaves - Palencia) con oficio el justito. Solo Paco Chaves puso ganas y emoción en los tercios de banderillas, dando la vuelta al ruedo en el quinto. A partir de ahí, si el toro era el protagonista tanto mejor para un público foráneo en gran parte. Que el segundo saltaba olímpicamente al callejón, aplausos; que el cuarto desarmaba al espada y le hacía huir en apretada carrera, tanto mejor; que se pide la oreja, se aplaude una vuelta al ruedo y luego se dan "palmas de tango", ¡será lo que toca hacer!.





Menos mal que un minuto de silencio es universal, aquí, en Pekín o en "pokón". Descanse en paz, maestro Juan Posada.






Apuntes del natural de la tarde del 18 de octubre:
"Clarines y timbales antes del comienzo";
"El fotógrafo Sánchez Vigil trabajando" y
"Picador de reserva", de Luis López .

domingo, 11 de octubre de 2009

Pintores taurinos: Paco Gabaldón.

Comentan con frecuencia los que se visten de luces en un tono tan claro como misterioso aquello de que “la mejor faena es la que queda por hacer”. Este es también el lema de Paco Gabaldón, pintor de estudiado estilo autodidacta, cuya obra tiene tanta técnica como observación; tantos apuntes vagabundeando sobre hojas de notas como precisas pinceladas sobre el lienzo.



El pasado mes de julio expuso en Valencia sus últimas obras en las que en cierto modo gusta de ser ese ojo que todo lo ve: el saludo antes del paseíllo sintiéndose el tercer espada; la violenta pelea en el corral tras el desencajonamiento o ese rincón íntimo del alma torera que es la silla preparada con el terno de torear. Pintar, si, pero con una cierta dosis de autocrítica tan necesaria en un mundo como este del arte en el que hoy día todo vale. Paco busca, ante todo, originalidad, consciente de que lo corriente tiene las horas contadas pero sin perder un estilo propio. Me comentaba este manchego que le encanta sorprenderse con las ocultas excelencias de otros pintores. Ese “¿cómo no se me ha ocurrido a mi?” que todos alguna vez hemos tenido en mente, pensamiento del todo preferible a hacer de cada foto un facsímile en el lienzo.


Grande en deseos este artista. Tan enorme como esos molinos que salpican el paisaje donde nace su obra… esos gigantes que no asustan, que danzan al son de quien los mueva con sus grandiosas aspas llenas de leyendas.











jueves, 1 de octubre de 2009

Exposición: "Paquirri siempre en la memoria".

Yo pienso que no me va a tocar, pero el toro me da una voltereta, otra y otra. Tras esa tercera aprieto a correr, me tiro al callejón, el toro salta detrás, me busca y yo me escondo. Suenan unos tiros, me dicen que lo ha matado la Guardia Civil, y cuando lo arrastran las mulillas me asomo para verlo y me doy cuenta de que arrastran a otro toro, no al que me perseguía. Entonces tengo la sensación de que me sigue buscando y es ahí cuando me despierto, envuelto en sudor y angustiado…
Era un toro “hosco”, como retinto, con unos pelos muy raros… Por fortuna no he visto en ninguna corrida un toro igual porque entonces me acordaría del sueño.”
El sueño del toro que me buscaba – Francisco Rivera “Paquirri”

Estas palabras las recogía el número 366 de la revista taurina Aplausos, edición histórica que precisamente hoy cumple 25 años. En las páginas centrales, el periodista taurino José Luis Carabias relataba los pormenores del mortal percance y algunas impresiones sobre la vida del diestro, entre las que se hallaba el relato anterior.

La portada de dicha revista, como muchas otras fotos, forma parte de la muestra que, hasta el 12 de octubre, organiza la Comunidad de Madrid en la sala Antoñete de la Plaza de Toros de Las Ventas, con algunas fotos tan impactantes como esta:

Feria de Abril de 1978. Paquirri sufre un gravísimo percance por un toro de Osborne al colocar un par de banderillas en los medios. El astado flojo, al llegar al terreno del torero y, éste hacer el cambio, perdió las manos, se quedo bajo el torero y al alzarse le dio dos cornadas fortísimas, una en cada muslo. El gesto de dolor es evidente. Le atiende, entre otros, Antonio Ordoñez con un cigarrillo en los labios (Foto Arjona).

Otras tienen enlutado mensaje:

Dax (Francia), 17 de agosto de 1982. Fernando Domecq (ganadero)acompaña en la vuelta al ruedo a Nimeño II, Yiyo y Paquirri. Fatal destino el de los tres toreros, pues ninguno sobrevivió a la adversidad de la Fiesta.

Además, la exposición muestra objetos personales del torero cedidos para la ocasión: un capote de brega, un fundón de estoques, un capote de paseo y dos vestidos de torear (burdeos y celeste).

Por encima de todo queda la imagen de un diestro forjado a si mismo que también vivió las mieles del triunfo y paseó con garbo su torera imagen por los cosos del mundo. Como decía Moratín de otro gran torero, Pedro Romero...

Va ufano al espantoso desafío,
¡con cuánto señorío!
¡qué ademán varonil!
¡qué gentileza!.
Pides la venia, hispano atleta,
y sales en medio con braveza,
que llaman ya las trompas y timbales...