domingo, 13 de enero de 2008

Bonito detalle


Conocí a Juan Carlos Arranz (Aranda de Duero, 1961) al final de un día de clase. Quería hacerme una consulta el papá de Marisol, alumna mía a punto de graduarse. Le atendí. Reconozco que no me llamó la atención su porte taurino, al contrario, fueron sus ojos claros y, sobretodo, esa potente voz digna del mejor locutor de radio los que me atrajeron de este Matador de Toros. Recuerdo que le pregunté si era torero y me corrigió con la energía y el sentimiento del que siente lo que aprietan los machos: “si, si, soy Matador de Toros”. Lo que siguió fue una amenísima charla sobre su carrera: primer novillero triunfador de la Escuela de Tauromaquia de Madrid (1977), los compañeros, su alternativa con Morenito de Maracay como padrino, el terno azul pavo y oro que su hija conserva… Volvió a seducirme el anecdotario de esos que deciden vestirse de luces. Y así, el pasado 19 de mayo durante un festival taurino en Moralzarzal, se acercó a mi barrera para saludarme, tan cercano y abierto como siempre. Solo me salió desearle suerte pero no hizo falta. Cortó las dos orejas y el rabo del novillo que le tocó en suerte tras una entregada faena y una estupenda estocada.

La semana pasada me visitó para darme dos fotos tomadas en Las Ventas en su etapa novilleril, las dos dedicadas con afecto y cariño. Una es la que veis. La otra, más personal, la guardo en mi corazón...

Gracias familia. Gracias amigo.


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